Tras la primera semana de trabajo en el huerto...

Cumplimos nuestro primer objetivo: remover toda la tierra, quitar las malas hierbas, sembrar en nuestros semilleros hechos con yogures y planificar los trabajos a realizar cuando volvamos de las vacaciones de Semana Santa.
Ya empezamos a notar la diferencia, el huerto a dejado de tener ese aspecto tan silvestre con el que nos lo encontramos y ya apetece ponerse a sembrar.
Además de conocer nuevas plantas, hemos descubierto algunos de los animales que lo habitan: simpáticos caracoles, beneficiosas lombrices y muchos pájaros que esperamos respeten nuestros cultivos.