La mayor parte de las personas, entre el 70 y el 80% de la
población, implica en mayor o menor medida ambos hemisferios cerebrales al
procesar la información. Utiliza, según el tipo de información que sea
presentada (números o dibujos, palabras o caras) un hemisferio u otro, el que
mejor se adapte a ese tipo de información.
Un pequeño porcentaje, entre el 10% y el 15% utilizan
predominantemente, casi de manera exclusiva el hemisferio izquierdo. De niños
suelen ser considerados brillantes: entienden a la primera las explicaciones
del profesor, son metódicos, racionales, manejan magníficamente bien las
abstracciones y por tanto las matemáticas y la gramática son “tiradas” para
ellos. Son el sueño del sistema de enseñanza en España, aunque no suelen
dibujar bien y el arte les importa bien poco. Pero eso qué más da, “de eso no
se vive”.
También hay aproximadamente entre el 10% y el 15% hacen un
procesamiento de la información prácticamente de manera exclusiva con el
hemisferio derecho, son mucho más imaginativos (de imagen) que verbales y por
tanto manejan bien las variables espaciales, son concretos (+ es una cruz),
manejan mal las variables temporales y por tanto le dan poca importancia al
“cuando”, son enormemente intuitivos y poco racionales (pueden solucionar una
gran dificultad, pero no sabe explicarte cómo -”simplemente es así”). Las
abstracciones les suenan a chino (“¿A al cuadrado?”, “¿artículo
indeterminado?”). Suelen tener respuestas creativas, que quizás no siempre sean
apropiadas ni bien acogidas. Pero se les da muy bien pintar. Ahora, si el
profesor se enrolla en una explicación … sencillamente desconectan.
Estos niños, alrededor de los cinco o seis años no han
activado en absoluto el procesamiento analítico que caracteriza al hemisferio
izquierdo – lo cual no es nada preocupante – y por tanto les cuesta mucho
recordar los nombres de las letras, no digamos ya los fonemas (cómo suena cada
letra), pero aprenden magníficamente bien las palabras completas.
Hecha esta pequeña introducción llego a lo que motiva esta
entrada: estoy HARTO, completamente HARTO de que me envíen a consulta, como si
tuvieran un problema, niños cuya única particularidad es que son HEMISFERIOS
DERECHOS con piernas.
Nunca he tenido en consulta un niño por el mero hecho de que
procese toda la información con el hemisferio izquierdo. El sistema de
enseñanza querría que todos fueran así.
Pero los niños de hemisferio derecho son enormemente
inteligentes, creativos, capaces y, retadores, pero NO procesan la información
como el sistema escolar exige. Muchos de ellos son diagnosticados de padecer el
trastorno por déficit de atención. Es cierto que son pocos. Ya he dicho que
aproximadamente el 10/15% de la población, pero mientras sigamos señalándoles a
ellos como los que deben cambiar NO vamos a solucionar el problema y vamos a
seguir haciéndoles sentir frustrados y en algunos casos, medicados.
El sistema de enseñanza en España está absolutamente
descompensado hacia el procesamiento con el hemisferio izquierdo. La enseñanza
en España NO está diseñada para desarrollar personas completas, bien
equilibradas. Me repito: “está DESCOMPENSADO”.
Es un problema ya que “el mundo real”, “el mundo de los
mayores”, requiere personas que sean capaces de utilizar mucho mejor el
hemisferio derecho: necesita personas que sean capaces de encontrar soluciones
creativas, que puedan ponerse en el lugar del otro (del cliente potencial) más
allá de meras lógicas, y la era digital va a requerir cada vez más pensamiento
del hemisferio derecho.
Pero mientras sigamos pensando que se requiere mayor
inteligencia para resolver una ecuación que para tocar un instrumento, que
conocer la gramática de un idioma es equivalente a ser bilingüe y que el teatro
es una pérdida de tiempo, seguiremos desarrollando hemipléjicos mentales. (Por
cierto, cuando me subo a un estrado a hacer una de mis funciones de teatro –
conferencias les llaman – gano en una hora lo mismo que tras vender 500 de mis
libros (aproximadamente lo que vendo en año y medio). John Taylor Gatto tenía
razón: se paga mejor a los charlatanes que a los escritores.
Podemos culpar “al sistema”, pero como yo proceso casi toda
la información con mi hemisferio derecho me veo obligado a ser más concreto: el
problema está en la dirección de los centros escolares que siguen mirando al
número de aprobados en selectividad como EL CRITERIO de su “excelencia
académica”.
Repetir sexto de primaria (de E.G.B. se llamaba), suspender
no menos de 5 asignaturas en cada evaluación en séptimo y octavo, y responder
lo mejor que pude a un test de inteligencia (es decir, bastante pobremente)
permitió que el psicólogo del colegio concluyera que yo nunca podría cursar una
carrera. Yo era la antítesis de lo que hoy llaman “excelencia académica”.
Gracias a Dios ni mi madre ni yo hicimos caso y concluí psicología con un
notable y todo lo demás sobresalientes (en 4º y 5º).
Recientemente una magnífica madre, cabeza de una magnífica
familia, que ha emigrado a Irlanda con el fin de ampliar horizontes en la
enseñanza de sus hijos me contaba que allí a partir de secundaria hay colegios
“académicos” (de hemisferio izquierdo) y colegios “no académicos” (de hemisferio
derecho). Aquí no podemos esperar tanta amplitud mental. Una vez más en España
el peso recae completamente sobre cada profesor, que debe hacerse consciente
de:
a) qué tipo de procesamiento de la información hace él.
b) cómo enseña la información a sus alumnos.
c) qué alumnos hay en su aula con un procesamiento de la
información característicamente del hemisferio derecho.
d) cómo puede presentar la información para esos alumnos (lo
que enriquecerá enormemente al conjunto de la clase).
e) cómo demandar información a esos alumnos. NO puede
esperar resultados significativos y reales de la capacidad y conocimiento de un
alumno si hace los exámenes exactamente igual para todos. Tratar como si fuera
igual lo que es distinto no es justo, es erróneo.
Lamento poner (más) peso sobre la ingente labor de los
profesores, pero son ellos los únicos que realmente pueden hacer el cambio y,
por lo que me cuentan, son los que leen este blog. Los directores de colegio,
jefes de estudio y otros cargos rimbombantes están haciendo cosas importantes,
no tienen tiempo para leer esas tonterías que se escriben en internet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario