"Una leyenda japonesa dice que si haces mil grullas de papel, se te concederá un deseo del corazón"
A través de una página web llamada 'Las 1.000 grullas', Makiko pide
ayuda para completar las mil grullas de papel de las que habla la leyenda.
Quien las complete, recibirá un deseo. Y ése, ahora mismo, no es otro que el
fin de la amenaza de catástrofe nuclear y la mejor de las suertes para todos
los damnificados.
Las grullas de origami (papiroflexia) se hicieron famosas a
nivel mundial con la historia de la niña Sadako Sasaki, víctima de la bomba
atómica de Hiroshima durante la II Guerra Mundial. Superviviente de la
explosión, a los nueve años cayó enferma de leucemia. Una amiga le recordó la
tradición de los origamis y se propuso completar las mil para pedir como deseo
la curación de los afectados y la paz. Pero Sadako no lo consiguió y falleció.
Sin embargo, había nacido un símbolo para todos. Sus compañeros y compañeras de clase
completaron las figuras de papel que faltaban y años después Hiroshima levantó
un monumento en su recuerdo en el Parque de la Paz, epicentro de la explosión y
donde aún un edificio en ruinas recuerda aquella tragedia. Su emotiva historia
rápidamente se hizo famosa en Japón y occidente. Hoy miles de grullas de papel
reposan bajo el monumento como una continuación del sueño de Sadako.
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