Llamamos a los niños y jóvenes de la sociedad actual nativos
digitales y entendemos que esa categoría los identifica como individuos
capacitados para desenvolverse sin problemas entre las TIC y los espacios web,
a la vez que poderosamente cautivados por sus muchos atractivos: se
entretienen, se expresan, aprenden -cada vez más- y casi “viven” dentro de él.
Por este motivo, aunque muchos adultos son capaces de hacer un uso rutinario y
razonablemente satisfactorio de los instrumentos que Internet ofrece (correo
electrónico, redes sociales, sitios de información, blogs…), las incertidumbres
y los recelos se disparan cuando se trata de actuar correctamente en este
contexto con los hijos.
Antes de escribir este texto con la intención de ofrecer a los padres algunos
consejos útiles al respecto, pregunté a mi hija de ocho años si sabía qué era
Internet. “Un sitio para encontrar cosas, cosas de juegos, para pintar…”, me
contestó. Seguramente, mis hijos mayores habrían ampliado la respuesta con
apuntes como oír música, ver películas, hablar con los amigos, colgar vídeos y
fotos, escribir en un blog, leer noticias, buscar información… Las
posibilidades son inagotables, con lo que ello tiene de positivo y de
arriesgado a la vez, y varían dependiendo de la edad y los intereses de sus
usuarios, y también de sus conocimientos.
Conducir a los hijos hacia un uso adecuado de Internet requiere esencialmente
dos cosas: conocer lo que hacen en la Red y orientarles para que puedan sacar
de ella el máximo partido. Acometer ambas tareas no es particularmente
complicado cuando los niños son pequeños y su permeabilidad al control y al
consejo de los mayores es absoluta; no necesitamos además de conocimientos profundos
para acompañar al niño o niña en sus incursiones en la web y descubrirle sus
secretos y atractivos básicos. Cuando los hijos son adolescentes, el asunto se
complica; los chicos y chicas son tremendamente celosos de su intimidad y hacen
lo posible por mantenerla a salvo, especialmente de sus padres; además, nos
costará fomentar buenos hábitos si no les hemos encaminado hacia ellos antes.
El problema se acrecienta cuando nos sentimos superados por la profusión de
contenidos, canales y artilugios varios que va engrosando el espacio digital,
parecen hacerlo cada día menos controlable y nos llevan a cuestionarnos: ¿Cómo
puedo orientar a mi hijo dentro de mi propia desorientación?
En los sitios web es habitual encontrar un apartado de “preguntas más frecuentes”
identificado con las siglas inglesas FAQ. Jugaremos a reproducirlo aquí para
aclarar algunas cuestiones elementales.
¿A qué edad se puede empezar a usar Internet?
Incluso antes de saber leer. En la primera infancia es más fácil acompañar a
nuestros hijos en la Red, ayudarles a jugar, a pintar, a descubrir sus
posibilidades… Son momentos y enseñanzas que nos permitirán establecer pautas y
preparar a nuestros hijos para que desarrollen criterios propios y hábitos
saludables en el futuro. Si les dejamos crecer solos en Internet es más
factible que llegado el día marquen su territorio y no nos permitan asomarnos a
él.
¿Cuánto tiempo pueden estar conectados?
Nuestros hijos viven rodeados de pantallas y conviven en espacios virtuales.
Tienen motivación y capacidad para consumir gran cantidad de horas con ellos.
Por eso conviene pautar momentos y tiempos de uso desde el principio.
Por otro lado, desde el punto de vista del esfuerzo psíquico, no es lo mismo
estar leyendo o escribiendo en una red social que estar enganchado a un juego o
chatear con los amigos. Existen juegos que exigen una alta concentración y
provocan mayor cansancio físico y mental. En cualquier caso, el exceso conduce
pronto a la adicción, así que es importante acostumbrarles a tiempos de
conexión moderados y a equilibrar el uso lúdico con el objetivo
informativo-cognitivo.
¿Conviene poner filtros?
Hay que tratar de educar desde la responsabilidad y no desde la prohibición.
Pero mejor prevenir que curar. Los filtros evitan el acceso a páginas de
contenidos no recomendables, y además evitan el molesto spam publicitario.
A la hora de contratar el servicio de Internet conviene preguntar al proveedor
por las opciones de control de contenidos que ofrece. Es habitual que los
centros educativos y las bibliotecas suministren consejos prácticos para un uso
seguro y enlaces a instrumentos de prevención disponibles en la propia Red o en
el mercado.
¿Los filtros bastan?
No. El mejor control está siempre en el propio usuario. Por eso es muy importante
insistir a los niños en consejos esenciales como:
• No facilitar a nadie datos personales ni contraseñas.
• No hablar con desconocidos a través de Internet.
• Si quieren hacer algo que tenga coste económico, solicitar el consentimiento
de los padres.
¿Cuánto necesito conocer para poder guiar?
Muchas veces, aun acercándonos con buena disposición a Internet, su aparente
complejidad nos supera y somos incapaces de encontrar lo que buscamos o de
hacer lo que queremos.
Si pretendemos saber qué hacen o pueden hacer nuestros hijos en Internet e
intentamos guiarlos teniendo en cuenta sus propios gustos, debemos conocer el
lenguaje del medio y desarrollar habilidades básicas para realizar tareas
comunes (conectarse a redes sociales, usar el correo electrónico, buscar
información, subir fotos, descargar música…). Sin ser imprescindible, conviene:
• Aprender y enseñarles a buscar información con criterio y precisión:
añadiendo palabras adicionales que acoten la búsqueda, utilizando comillas para
buscar frases completas…
• Conocer la terminología de la red y saber qué significan términos como:
grooming, troyano o spyware (ejemplos de los peligros de la red. Enhttp://www.navegacionsegura.es/home/Triviral.html hay
un juego que habla de ellos)
• Conocer las posibilidades que ofrece una red social a partir de la
experiencia propia, abriendo una cuenta (Facebook o Twitter son las más
populares, aunque los niños pululan principalmente por Tuenti).
Otras sugerencias que resultarán útiles son:
• Compartir con nuestros hijos sitios y actividades en la Red posibilita
aprender y descubrir juntos. Por ejemplo: ver en Youtube vídeos relacionados
con un tema cultural, visitar virtualmente un museo con actividades online para
niños…
• Crear un glosario de términos ayuda mucho a conocer mejor Internet.
• Pedir a la biblioteca o al colegio una lista de sitios web recomendados para
niños.
• Realizar alguno de los cursos sobre la materia que ofrecen ayuntamientos,
bibliotecas públicas, centros cívicos y asociaciones.
WEBgrafía y bibliografía
Webs para padres sobre Internet y educación:
Cyberpadres: www.cyberpadres.com
Internet en familia: www.internetenfamilia.org
Internet & familia: www.internetyfamilia.com
Pantallas amigas: www.pantallasamigas.net
Protégeles: www.protegeles.com
Páginas para compartir y aprender juntos en la red con los pequeños:
Chavales: www.chaval.es,
El huevo de chocolate: www.elhuevodechocolate.com
Juegos junior: www.juegosjunior.com
Pequejuegos: www.pequejuegos.com
Las tres mellizas: www.lastresmellizas.com
Páginas recomendadas para hacer trabajos y aprender para los mayores:
Aprende jugando: www.aprendejugando.com
Astronomía educativa: www.astromia.com
Aula infantil: www.aulainfantil.com
Portal de educación: zona alumnos de la JCyL:
www.educa.jcyl.es/educacyl/cm/zonaalumnos,www.artehistoria.jcyl.es
Bibliografía:
¿Cual es el límite de la libertad en Internet? Jane Bingham. Morata, 2009
Manual de redes sociales en Internet: aprende a usar tuenti, facebook, fotolog,
myspace, etc, ¡mejor que tus hijos¡ Mar Monsoriu Flor. Creaciones
Copyright, 2009
Padres y adolescentes ante el ocio digital. Ignasi de Bofarull. Primeras
noticias; nº 186. Año: 2003
Teresa Corchete
Ed. Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil, FGSR
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