En pocos días dará comienzo el
nuevo curso escolar y miles de estudiantes volverán otra vez a la rutina diaria
que abandonaron casi tres meses atrás. Para que la entrada en las aulas se
desarrolle de forma efectiva y organizada, es necesario planificar con
antelación la vuelta al cole y preparar a nuestros hijos e hijas para que se
adapten sin problemas al nuevo ritmo académico, estos son algunos de los
consejos y pautas que nos dan los profesionales de la educación y psicólogos
infantiles para abordar la vuelta al cole con éxito:
- Adaptar de modo progresivo los horarios
- Preparar juntos el material escolar
- Motivarles y animarles
Animar al niñ@ ante el
regreso al colegio. Que no lo vean como una carga u obligación, sino como una
situación llena de novedades y atractivos. Revisar juntos los libros de texto,
las materias, los accesorios, de modo que se puedan ir acostumbrando poco a poco.
• Motivar. Muchos padres no son
conscientes de las malas vibraciones que transmiten a sus hijos sobre la
escuela.
- La regla número uno: ir la
escuela es algo positivo, útil y agradable para el niño. Allí conoce otros
niños, se divierte y aprende cosas necesarias. Y crece como persona. Y lo hace
en un contexto adecuado, en el que trabajan profesionales de la docencia y
otros trabajadores que saben bien lo que hacen. Esta es la imagen que hemos de
transmitir a nuestros hijos.
- Qué es lo que no hay que hacer:
criticar y descalificar al sistema de enseñanza, a los profesores, a los otros
alumnos, al centro en general, al ambiente, la comida, la asociación de padres,
... Evitar la negatividad.
- Si se lanzan críticas al cole
delante del niño (mejor no hacerlo nunca) han de ser muy razonadas. Y no está
de más preguntar a los niños su opinión al respecto.
- Mantengamos una postura personal
que fomente el prestigio y reconocimiento social del profesorado. Entendamos
que durante cinco o seis horas diarias tienen en sus manos el proceso de
crecimiento personal y aprendizaje académico de nuestros hijos, que van a
educarles en la interiorización de ciertos valores. Una tarea nada sencilla y
que será más provechosa si está en sintonía y cooperación con los padres.
- En el cole, manda el profesor o
profesora. Los niñ@s han de saberlo, y los padres y las madres no debemos
discutir este principio. Ello no supone una carta en blanco al enseñante, y
podemos matizar o criticar lo que hacen los educadores, pero sin cuestionar el
principio de autoridad.
- Sin acosarles, pidamos
información a nuestros hijos sobre cómo van las cosas en el cole y lo que allí
les ocurre. Hagamos sentir al niño que lo que allí vive es trascendental para
él y para nosotros.
- Implantemos en casa condiciones
que ayuden a ese proceso de educación, propiciando un espacio adecuado, un
tiempo, unos materiales y unos hábitos de estudio.
- Cuidado con los castigos.
Tienen, muchas veces, sentido pero hemos de dotarlos de efecto pedagógico. No
pueden ser revanchas ni venganzas. Seamos proporcionados (a falta leve, castigo
leve) y si los castigos son por malos resultados académicos, esforcémonos en
explicar su causa; por ejemplo, con buscar más tiempo para poder dedicarlo al
estudio.
- No disculpemos la falta de rendimiento
en el estudio ni minusvaloremos las críticas de los profesores hacia nuestros
hijos.
- Lo fundamental es asentar el
concepto de responsabilidad: la de nuestros hijos es madurar como personas y
progresar en sus estudios. Y deben asumirla. No comerciemos con estas cosas.
Nada de regalos por aprobar y castigos por suspender. Hay otros métodos,
consultemos con los profesionales del centro escolar. Nos ayudarán. Tiene
sentido premiar, ocasionalmente, un esfuerzo extra, pero nunca por cumplir con
su cometido.
• Interesémonos por lo que
hacen nuestros hijos en las aulas. Y hagamos un seguimiento de lo que estudian.
Si perciben que no nos interesan sus estudios, es más probable que no se
esfuercen. Mantengamos reuniones periódicas con los profesores, para comprobar
su evolución en clase y su adaptación a la nueva situación.
• Comprobemos que todo está en
orden respecto al transporte (buenas rutas, comodidad y seguridad) y
los comedores (atentos a la calidad nutritiva de los menús y al
comportamiento de nuestros hijos ante la comida del centro escolar).
• Comparta con sus hijos los
estudios, hágales ver que no se trata sólo de memorizar sino de aprender y
crecer como persona. Revise que lo hacen con provecho. Y escúcheles todo lo que
pueda.
• Encaremos el inicio del curso
con energías renovadas y optimismo. Nos tienen que durar muchos meses.
Todo tiene su atractivo, y la vuelta a cierta rutina bien entendida también
puede ser agradable.
Adaptar de modo progresivo los
horarios. Durante los meses
de verano, los horarios de los estudiantes se modifican de forma sustancial
y se vuelven más flexibles. En general, se acuestan y se despiertan más tarde
de lo normal, e incluso, las comidas se retrasan respecto al periodo escolar.
Para que la vuelta a la rutina no suponga un cambio brusco en estos hábitos de sueño y
alimentación, los especialistas recomiendan adaptar progresivamente los
horarios en las semanas previas al inicio del curso. De este modo, se evita que
los escolares tengan síntomas de cansancio cuando comiencen las clases y que
esto afecte a su rendimiento.
• Preparad juntos la cartera.
El día antes de empezar el cole convence a tu hijo para preparar juntos la
cartera que va a llevar a la escuela. Aprovecha la ocasión para explicarle lo
mucho que va a aprender con sus nuevos libros y lo que va a disfrutar con sus
nuevos lápices de colores
• Háblale de sus amigos. Si
todo son pegas para empezar el cole, recuérdale que se va a encontrar con los
amigos que no ve desde que se acabó el curso el pasado mes de junio. Refréscale
la memoria y cuéntale lo bien que se lo pasó durante el curso con sus compañeros
de clase, haciendo trabajos manuales, yendo a clase de gimnasia, haciendo
excursiones con los profesores, etc. Seguro que son cosas que el niño habrá
olvidado con el ajetreo de las vacaciones y que le gustará volver a oir.
• Acompáñalo al cole. Aunque
no tengas costumbre de llevar a tu hijo al colegio y lo dejes siempre en manos
de otras madres que conoces o del autobús de la escuela, el primer día de curso
intenta acompañarlo para saludar a sus nuevos profesores, a los que sin duda
temerá porque no los conoce, y demostrarle que se va a llevar muy bien con
ellos. Ir contigo le dará mucha seguridad.
• Que siga con
sus actividades extraescolares. La vuelta al cole no debe suponer un
cambio radical en la vida de tu hijo. Cuando regrese de clase, déjale que siga
con las actividades que hacía antes, aunque intenta que no interfieran en sus
tareas escolares. Piensa que además de ir al colegio tu hijo tiene que
divertirse y descansar y si quieres hacer actividades extraescolares que sea él
quien las elija.
Pero, ¡CUIDADO CON ESAS
ACTIVIDADES EXTRA! Son muy beneficiosas, pero a veces resultan excesivas.
Incrementan la responsabilidad de los escolares, ya de por sí considerable, y
puede hacer que actúen con desgana. O que se reduzca su tiempo de juego y de
relación con sus compañeros, imprescindible en esta edad para su desarrollo y
madurez personal. Consulte con los pequeños a la hora de elegir y programar las
extra–escolares, de modo que no sean una carga, sino una ocasión más, bien
aceptada por ellos, para aprender y disfrutar . Las actividades extraescolares
se deben compaginar con un tiempo dedicado al descanso
Debemos considerar dos aspectos
esenciales al planificar las actividades extraescolares: compaginarlas con un
tiempo dedicado al descanso, ocio, juego y a situaciones de esparcimiento con
la familia, y elegir las más idóneas según la edad, las capacidades del niño,
sus gustos y preferencias.
• Que tome contacto con
los libros del curso que van a empezar antes de que el profesor
comience el ritmo normal de las clases. Ir a comprar los libros y material
escolar todos juntos, hojear los nuevos libros, despertar la curiosidad y el
interés por los nuevos temas que van a aprender, buscar un lugar en casa para
que esté todo bien ordenado, forrar los libros, procurar que no falte nada y
esté todo el material escolar comprado... Es aconsejable que vuelvan a leer y a
escribir un poco los días previos para que no se encuentren de sopetón con las
tareas escolares.
• Otra cuestión importante que
produce cierta incertidumbre es cómo será el reencuentro con sus
antiguos compañeros amigos y cómo serán los nuevos compañeros que aún no
conocen. En este caso puede ser muy positivo que los padres animen o sugieran a
su hijo que llame por teléfono a algún compañero y se pongan al día de cómo ha
ido el verano y sobre cómo están preparando el nuevo curso.
En muchas ocasiones, enfrentarse
al primer día de clase crea tensión y
ansiedad en los escolares y, en algunos casos, también en sus padres,
sobre todo cuando el estudiante asiste al colegio
por primera vez, inicia un nuevo
ciclo académico o cambia de colegio. La angustia por la separación o
la incertidumbre por encontrarse con nuevos profesores y compañeros se puede
minimizar si los progenitores "transmiten a sus hijos un enfoque positivo
de lo que representa la vuelta al cole", tal como afirma la psicóloga
infantil Esther Cuyás. Es relevante dejar que el escolar
exponga sus miedos y sus temores, esta especialista apunta que es
muy importante la comunicación. Por una parte, los padres deben intentar
explicar a los hijos de forma detallada qué se van a encontrar en sus primeros
días de clase, repasar con ellos sus horarios y transmitirles tranquilidad y
calma ante la nueva situación. Por otra, es relevante dejar que el escolar
exponga sus miedos y sus temores e intentar dar respuesta a todas sus dudas.
• Una vez comenzado el curso, es
importante que el niño disponga de suficiente tiempo a diario para hacer
sus deberes, pero también para disfrutar y relajar su mente del trabajo
escolar, mediante el juego o alguna actividad artística (música,
manualidades...), y para relajar su cuerpo mediante alguna actividad física.
Todo esto le permitirá retomar con más ganas las tareas escolares del día
siguiente. Estas medidas son aplicables para todas las edades, aunque cuanto
más pequeño es el niño, más necesidad tiene de ello.
• Evitar que los primeros días
falten al colegio, ya que es en esos días cuando los niños/as se van
acostumbrando a la nueva situación y, por tanto, si faltan, romperemos ese
ritmo de adaptación.
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