Los libros, esa mágica puerta que una vez abierta nos trae y nos lleva a mundos fantásticos e inesperados, que recorremos de la mano de personajes que despiertan nuestra admiración unas veces o nuestro miedo otras, nos han vuelto a reunir en una nueva edición de “La Noche de Las Mil y Una Historias”
Esta es la historia de cómo es posible reunirse entorno a la
lectura, compartirla, pasarlo bien haciéndolo y desear que pase el tiempo
rápido para poder repetirlo pronto.
Llega la hora de abrir de nuevo las puertas del colegio,
aunque resulte extraño hacerlo a las nueve de la noche, pero ahí están todos y
todas esperando para entrar, con sus mochilas a la espalda, sus sacos de dormir
en la mano y la mejor de las sonrisas dibujada en la cara, todo con un solo objetivo,
pasarlo lo mejor posible.
La noche empieza con la acogida en la que en un gran círculo
compartimos nuestras expectativas, acordamos las normas y nos organizamos para
la actividad.
Después de compartir la cena, con puesto de perritos
incluido (impresionante) y degustación de especialidades culinarias varias, llegaría el primer momento
mágico de la noche ¡Que nervios!
De uno en uno vamos entrando en la biblioteca y a oscuras nos
ponemos alrededor de la mesa en la que se encuentra todo preparado para la
lectura del conjuro mágico, todos juntos lo leemos en voz alta y sellamos el
conjuro bebiendo la poción secreta que lo activa y rápido nos vamos a nuestros
sacos a leer para empezar a experimentar la magia del conjuro lo antes posible.
Leemos las historias que hemos escrito, compartimos libros y
entre una cosa y otra, mientras la noche avanza, de repente algo extraño ocurre
justo cuando el reloj marca la medianoche, aunque seguimos entregados a la
lectura, hay que reconocer que se nos queda un punto de inquietud en el cuerpo,
lo cierto es que lo sucedido a alguien le trae a la memoria una vieja historia
del colegio, una historia casi convertida en leyenda, la “Leyenda de… Melody”
Parece ser que Melody fue una de las primeras alumnas del
Méndez, y que tras haber sufrido muchas penalidades en el colegio, un día
desapareció misteriosamente y no se volvió a saber nada de ella. La única pista
que podría arrojar algo de luz sobre esta misteriosa desaparición es un diario
que Melody escribía y escondía en algún lugar del colegio, pero a pesar de que
se estuvo buscando durante mucho tiempo nunca se encontró. ¿Os imagináis…?
¿Os imagináis que lo encontramos? ¡Sería la caña! ¿pero
donde buscamos? ¡Ya está! vamos a organizarnos en grupos, y así podemos abarcar
más espacio, que el cole es muy grande.
Dicho y hecho, armados con todo el valor del que
disponíamos, la seguridad de sentirnos acompañados (nunca pensamos que sentir
al compañero pegado a nuestro lado fuese tan necesario, incluso de la mano en
muchos momentos) y nuestras linternas para internarnos en la oscuridad de la
noche, nos lanzamos a recorrer el colegio.
El huerto, el aula de plástica, la de música, la de 6º y el…
¡sótano! estarían esperando nuestra llegada, pero lo más inquietante de todo es
que la presencia del espíritu de Melody nos acompañaría en todo nuestro
recorrido…
Superadas todas las pruebas que nos encontramos en el camino
(acertijos, canciones, descubrir banderas piratas…), con la excitación todavía
en el cuerpo de lo que acabábamos de pasar pero con las manos vacías, ya de
vuelta en la biblioteca, a cada grupo nos esperaba un misterioso sobre que parecía
guardar la clave para descubrir el paradero de diario, así que sin perder más
tiempo nos lanzamos a resolver este misterioso rompecabezas que finalmente nos
condujo al… patio interior del cole.
Este descubrimiento era aún más inquietante si cabe que los
anteriores, pero sacamos ánimo de donde pudimos y nos lanzamos a una segunda
incursión en la oscuridad más absoluta de la noche y buscamos debajo de cada
piedra, de cada arbusto, junto a las escalera, siempre con el miedo latente de
poder sentirnos sorprendidos o presa de alguna fuerza o presencia inesperada
oculta en las sobras de la oscuridad, pero nuestro valor y esfuerzo dieron su
fruto… ¡Aquí! ¡Aquí! ¡Lo hemos encontrado! Nuestra emoción era tan grande que
no pudimos resistir la tentación de empezar a leerlo allí mismo. ¡Lo
conseguimos!
Otra vez en la biblioteca, el diario iría pasando de mano en
mano, seguimos leyendo textos escritos por los y las participante para la
ocasión, leyendo, charlando y especulando con el contenido de las páginas que
le faltaban al diario y poco a poco y casi sin darnos cuenta la noche seguía
avanzando, la lámparas se iban apagando y a las 4.30 h pasadas, la última
despedía la noche a la espera de un nuevo día.
Y así acaba la historia de la V Noche de las Mil y Una
Historias de este año, el próximo más.
Colorín, colorado esta historia me ha… ¡¡¡ENCANTADO!!!
P.D. Desde el Ampa queremos darle la gracias a todas las
personas que han participado y hecho posible un año más esta maravillosa
experiencia, al alumnado, profesorado y familias en general y a Virginia, Laura,
Juan, Ruben, Miriam, Almudena, Elena y Nino en particular, muchas gracias a
todos y todas.
2 comentarios:
Una noche increíble como todas las anteriores aunque ésta ha resultado ser muy especial para todos. Tal es así que después de una semana los niñ@s siguen cuestinándose algunas cosas sobre la vida de Melody. Esto es una prueba de lo mucho que ha calado.
Un gran placer poder compartir estos momentos con nuestros alumn@s. Con ganas de que llegue la VI edición.
Una noche increíble como todas las anteriores aunque ésta ha resultado ser muy especial para todos. Tal es así que después de una semana los niñ@s siguen cuestinándose algunas cosas sobre la vida de Melody. Esto es una prueba de lo mucho que ha calado.
Un gran placer poder compartir estos momentos con nuestros alumn@s. Con ganas de que llegue la VI edición.
Publicar un comentario