Hoy acaba el curso escolar y empiezan las vacaciones. Nuestros
hijos e hijas necesitan romper con la rutina de la escuela, los deberes, los
horarios y las actividades extraescolares. El verano es el momento ideal para
relajarse y olvidar la disciplina del reloj.
Pero a las familias se nos plantea un año más el eterno
dilema, con tanto tiempo por delante para el ocio…, deberes en vacaciones ¿si o
no?
Algunas familias nos planteamos estos deberes con el
objetivo de reforzar lo aprendido durante el año, otras queremos que empiecen a
preparar algunas asignaturas para el curso siguiente, y también hay quien desea
simplemente tenerlos ocupados durante algunas horas del día.
Nuestras hijas e hijos necesitan descansar del trabajo
realizado durante todo el curso y lo mejor es que vivan el verano como un
período para relajarse, jugar y compartir actividades con sus padres y
amigos, de esta forma estarán en mejor disposición para empezar el nuevo curso
que otro que viva estos meses como una tortura, agobiado por los deberes. Convivir
con otros niños y niñas es el mejor modo de aprender a relacionarse e
independizarse, dos objetivos siempre importantes en su desarrollo.
Tampoco nos podemos plantear esta cuestión en términos de todo o nada, ya que como todo en esta vida en el término medio esta la virtud, y debemos intentar que continúen aprendiendo o tengan oportunidad de poner en práctica lo aprendido de una forma más lúdica. Algunas de las pautas y consejos de los profesionales de la educación y psicólogos infantiles para conseguir el equilibrio son:
- No hacer más que las tareas recomendadas por la tutora o
tutor del colegio, debemos confiar en su criterio y son quienes mejor conocen
las capacidades y necesidades de nuestros hijos e hijas.
- El mejor momento para realizar las tareas es la primera hora
del día, después del desayuno, porque es cuando hace menos calor, los niños
están descansados, tiene más capacidad de concentración y además sentirán que
tienen el resto del día libre.
- Es importante planificar al comienzo de las vacaciones
el tiempo que se va a dedicar a las tareas de estudio y pactar con el niño, si
la edad nos lo permite, los horarios para que ellos puedan organizarse y
optimizar su tiempo. “Debemos también intentar que este calendario se cumpla
para conseguir una rutina y que no pierdan el hábito de trabajo, sin llegar a
ser excesivamente estrictos y dejar un margen de actuación para los
imprevistos”.
- Las tareas más adecuadas son la lectura, la ortografía y el
cálculo. En las pestañas de “recursos” del blog podeís encontrar herramientas que os
ayudarán a elegir lectura para este verano, dictados y juegos de matemáticas
adecuados para cada edad.
- Es mas importante la calidad que la cantidad.
- Emplear soportes informáticos (juegos de ordenador) que de
una forma más lúdica trabajan contenidos escolares básicos. Hemos buscado grupos
de juegos y actividades en internet que ayudan a repasar distintas áreas (Lengua, Cálculo y
Conocimiento del Medio) y que a lo largo del verano iremos colgando bajo el
título “Juegos de Verano”.
- Saber escuchar, nuestros hijos e hijas, en la mayoría de los
casos van a verbalizar su cansancio o agobio a la hora de realizar las tareas y
éste debe ser unos de los primeros indicios que nos indique que hay que dejarle
descansar. Otros síntomas que reflejan
que están agobiados son la falta de concentración y atención,
desmotivación, agresividad, nerviosismo e inquietud motora (no para
quieto).
- Realizar en familia actividades de tipo más práctico, como
son las visitas a museos, excursiones a la naturaleza, viajes
culturales, etc., que fomentan el aprendizaje y los vínculos familiares.
- Finalmente tengamos en cuenta que cuando vuelvan al colegio,
durante los primeros días de clase, el profesor repasará las nociones y
conocimientos del año anterior para refrescar las memorias un poco nubladas por
la relajación del verano.
¡ FELICES VACACIONES !
No hay comentarios:
Publicar un comentario