viernes, 9 de noviembre de 2012

Sistema Educativo Español: "De Mayor Quiero Ser Como Finlandia"


Los niños finlandeses de hoy estarán el día de mañana entre los profesionales más preparados del mundo. No lo predice ninguna bola de cristal, lo auguran datos objetivos. Desde que la OCDE comenzara en el año 2000 a elaborar su informe PISA, Finlandia ha acaparado los primeros puestos del podio en Europa por su excelente nivel educativo.

Apenas un 8% de los alumnos finlandeses no terminan sus estudios obligatorios, frente a un 30% de españoles que no acaban el Bachillerato (aunque la educación obligatoria en España es la ESO, no el bachillerato, y según datos de la OEI la tasa de abandono de la ESO entre la población española es del 13,3%, frente al 8% de los finlandeses). Dispuesto a dar con la clave del éxito finlandés, el psicólogo escolar y entonces director del colegio Claret de Barcelona, Javier Melgarejo, comenzó a estudiar su sistema educativo hace más de una década. Su primera sorpresa fue constatar que a los 4 y 5 años menos de la mitad de los niños finlandeses acuden a guarderías y no empiezan el colegio hasta los 7 años. Dos años después, sus puntuaciones son mejores que el resto de los países estudiados por la OCDE.

Durante los primeros seis años de la primaria los niños tienen en todas o en la mayoría de las asignaturas el mismo maestro, que vela por que ningún alumno quede excluido. Es una manera de fortalecer su estabilidad emocional y su seguridad. Hasta 5º no hay calificaciones numéricas. No se busca fomentar la competencia entre alumnos ni las comparaciones.

La educación gratuita desde preescolar hasta la universidad incluye las clases, el comedor, los libros y hasta el material escolar aunque si alguien lo pierde está obligado a pagárselo. La jornada escolar suele comenzar sobre las 8,30-9 de la mañana hasta las 3 de la tarde, con el paréntesis del almuerzo a las 12-12,30 horas. En total, suman 608 horas lectivas en primaria, frente a las 875 horas de España, con deberes en casa que no son excesivos. ¿Cómo consiguen mejores resultados en menos tiempo?

«El éxito finlandés se debe a que encajan tres estructuras: la familia, la escuela y los recursos socioculturales (bibliotecas, ludotecas, cines...)», explica Melgarejo. Los tres engranajes están ligados y funcionan de forma coordinada. «Los padres tienen la convicción de que son los primeros responsables de la educación de sus hijos, por delante de la escuela» y complementan el esfuerzo que se hace en el colegio.

«En Finlandia el 80% de las familias van a la biblioteca el fin de semana», añade el psicólogo escolar catalán, para quien este estímulo de la lectura en casa resulta fundamental. El sistema social finlandés contribuye con numerosas ayudas oficiales a las familias, que pueden conciliar su trabajo y la atención a sus hijos.
Existe una herencia cultural luterana basada en la responsabilidad que fomenta la disciplina y el esfuerzo, a la que también acompaña una climatología que empuja a encerrarse en casa, pero estos factores también están presentes en otros países vecinos, como Suecia o Dinamarca, que disfrutan de mayor nivel económico y sin embargo figuran varios puestos por debajo en PISA. «No son las variables socioeconómicas las determinantes», subraya Melgarejo.

De maestros, los mejores
La diferencia radica en la elevada calificación académica del profesorado en Finlandia, principalmente en educación primaria. «Los finlandeses consideran que el tesoro de la nación son sus niños y los ponen en manos de los mejores profesionales del país», destaca el ex director del colegio Claret de Barcelona.
Los mejores docentes se sitúan en los primeros años de enseñanza, donde se aprenden los fundamentos de todos los posteriores aprendizajes. Se considera que hacia los 7 años el alumno se encuentra en la fase más manejable y es cuando realiza algunas de las conexiones mentales fundamentales que le estructurarán toda la vida. Por eso, se considera esencial seleccionar a quien ayudará en este proceso.
Para ser maestro se necesita una calificación de más de un 9sobre 10 en sus promedios de bachillerato y de reválida y se requiere además una gran dosis de sensibilidad social (se valora su participación en actividades sociales, voluntariado...). Cada universidad escoge después a sus aspirantes a profesores con una entrevista para valorar su capacidad de comunicación y de empatía, un resumen de la lectura de un libro, una explicación de un tema ante una clase, una demostración de aptitudes artísticas, una prueba de matemáticas y otra de aptitudes tecnológicas. «Son las pruebas más duras de todo el país», asegura Melgarejo. Al proceso de selección le sigue una exigente licenciatura y periodos de prácticas.
No es de extrañar que los profesores estén muy bien considerados socialmente en Finlandia. «Es un honor nacional ser maestro de Primaria», aseguró el pasado 25 de septiembre en Madrid Jari Lavonen, director del Departamento de Formación al Profesorado de la Universidad de Helsinki.
Harri Skog, secretario de Estado de Educación de Finlandia desde 2006, resumía en una frase la importancia de este proceso: «La educación es la llave para el desarrollo de un país». Por eso el país nórdico dedica del 11 al 12% de los presupuestos del estado y los ayuntamientos a financiar este modelo de educación. «Es una política inteligente que les está dando fruto», considera Melgarejo, sin las presiones de Corea o Japón, otros países destacados en PISA.

Después de leer esto es inevitable pensar que si Finlandia es el espejo en el que nos tenemos que mirar, ¿porqué las reformas educativas que se están llevando a cabo van en sentido contrario? 
  • Reducción de las ayudas a las familias (Becas)
  • Desprestigio del profesorado.
  • Reducción del presupuesto en educación, aunque según el ministro Wert: “No por invertir más habrá mejores alumnos”, toda una declaración de intenciones por su parte.
  • Reducción del profesorado y recursos humanos y materiales en los centros.
  • Incremento de alumn@s por aula.
  • Incremento del horario lectivo del profesorado en detrimento de las actividades de tutoría, atención a las familias, biblioteca, programas de innovación, actividades complementarias y extraescolares...
  • Grave puesta en cuestión del carácter educativo de la etapa infantil de 0-6 años.
  • Disminución de recursos para la atención de alumnado con necesidades educativas especiales.
  • Incremento de las horas lectivas en asignaturas instrumentales (matemáticas y lengua) en detrimento de otras materias y contenidos. 
Creer que la solución a los problemas de aprendizaje en cualquier materia – especialmente las instrumentales- se encuentra en el incremento de sus horas lectivas, contradice incluso los propios datos del Ministerio de Educación, comparadas con Finlandia:

HORAS LECTIVAS ALUMNADO PRIMARIA (EURODYCE)

Finlandia
España
Dif. Fin-España
Alumnado
621
875
-254
Matemáticas
102
94
8
Lectura
159
146
13
Resto Asignaturas
369
635
-266


HORAS LECTIVAS ALUMNADO SECUNDARIA (EURODYCE)

Finlandia
España
Dif. Fin-España
Alumnado
868
1050
-182
Matemáticas
100
96
4
Lectura
100
119
19
Resto Asignaturas
668
835
-167

La diferencia como puede comprobarse, con uno de los países más exitosos según PISA, en matemáticas y Lectura son mínimas, pero máximas en el cómputo de horas lectivas totales.

La pregunta inmediata es ¿por qué con unas pocas horas de más en las instrumentales y con muchas menos horas lectivas totales Finlandia obtiene tan buenos resultados?

La respuesta es compleja y la solución al problema de la puntuación PISA no se encuentra en más horas de matemáticas, sino cómo se enseñan y en qué contexto se aprenden. Según el profesor de sociología RafaelFeito:

“Los contenidos que se enseñan en la escuela son con mucha frecuencia excesivos en cantidad e irrelevantes desde el punto de vista educativo, es decir no sirven para incrementar los niveles de comprensión, no implican la adquisición de procesos relevantes, no ayudan a los alumnos a redescubrir y recrear la cultura y, fundamentalmente, son olvidados al cabo de unos meses.”

Junto a la enseñanza hemos de destacar cuestiones tan importantes como la atención y apoyo al alumnado, y en particular, a aquellos que tienen menos recursos sociales, económicos y de capital cultural, que son justamente los que, en su mayoría, terminarán cursando la vía profesional, como única alternativa o acabarán expulsados del sistema.

El ejemplo de Finlandia aquí también es relevante. La calidad de la enseñanza es el elemento clave que  marca la diferencia en el aprendizaje escolar del alumnado. El sistema escolar finlandés “es un sistema que apoya claramente la enseñanza y el aprendizaje, la comida gratuita del alumnado, los servicios de salud, el apoyo psicológico, la orientación y la tutorización del alumnado.”

Fuentes empleadas: 
ABC. Así consigue Finlandia ser el número 1 en educación enEuropa
Blog Querido Ministro Wert (Comentando el artículo de Abc, muy interesante tanto la entrada como los comentarios)

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